20 de octubre de 2011

En General Ramírez también estudiantes y docentes hacen de la lectura su compartir cotidiano











Soy Analia Andrea Antivero, docente de la escuela N° 31 de la ciudad de General Ramírez. Desde el año 2010 estamos trabajando con el proyecto institucional de lectura "LEER ES CRECER, LEER ES PODER, YO TAMBIÉN QUIERO LEER" , soy una de las coordinadoras.
El proyecto, que llevamos adelante, consiste en dedicarle un tiempo y un espacio a la literatura. Se realiza un registro diario por grado y nivel del género leído, el título y el autor, periódicamente se visita a la Biblioteca Escolar y a la Biblioteca Pública, los estudiantes de los grados superiores llegan a otros grados y a nivel inicial con una lectura, las madres también acompañan el proyecto leyendo un cuento...

19 de octubre de 2011

Leer todos los días en una escuela especial

Esta es la experiencia que nos envían de la Escuela de Educación Integral Nº 19” Nuestra Señora de la Divina Providencia" de Paraná, Entre Ríos:




Esta propuesta fue incluida dentro de un proyecto institucional que tiene como objetivo animar a alumnos y docentes a leer y generar nuevos espacios lectores, dentro y fuera de la institución.
El proyecto se enmarca en el eje de la animación a la lectura, y privilegia el contacto gozoso antes que el aprendizaje curricular, ya que consideramos que el disfrute por la palabra es lo que permite posteriormente el interés por la alfabetización
Para seleccionar los textos nos contactamos con una biblioteca popular de la ciudad, que posee importante material de literatura infantil, lo que nos posibilitó iniciar un vínculo con la organización y comenzar a planificar otras actividades.
La selección de textos fue realizada por el equipo técnico de la institución, quienes consideraron pertinente privilegiar libros álbumes o con ideogramas, con gran calidad de imagen, ya que la mayoría de alumnos está en proceso de alfabetización.
Se eligieron preferentemente autores latinoamericanos dentro de la literatura infanto juvenil. Otro punto que se analizó al elegir los textos fue la importancia de que aparezcan distintos géneros y diversas temáticas.
El grupo de alumnos participantes pertenece a tres grupos distintos de la institución, lo que implica diferentes edades e intereses. Cada alumno presenta un nivel de alfabetización diferente, lo que nos demandó una mayor exigencia al momento de elegir los textos.
La propuesta implicó que cada libro fuera leído por una persona diferente y que no sea la docente a cargo de grupo. De esta manera participaron religiosas, ordenanza, abuela, mamás, hermana, nutricionista, profesor de teatro, asistente social.
La actividad fue desarrollada en diferentes espacios físicos de la escuela, lo que permitió que en algunas ocasiones otros alumnos de la institución, no participantes de la experiencia, se sumaran espontáneamente a escuchar el relato y disfrutaran de un momento diferente.
La lectura del primer cuento fue difícil, ya que los alumnos se movían, no prestaban atención y parecían no aceptar la propuesta. Al vivirla diariamente fue generando en ellos una apropiación de este espacio, sintiéndose partícipes de ese momento e inclusive preguntando en qué instante de la mañana se iba a realizar y quién iba a participar leyendo ese día, o reclamando cuando por algún motivo no se podía realizar la actividad.
Esto nos exige continuar con la propuesta, ya que aún hay varios invitados que no han participado del encuentro y los alumnos están expectantes. Todos los cuentos finalizaron con un “colorín, colorado” dicho en forma espontanea por lo alumnos, dando un cierre con aplausos y gritos de alegría, en mayor o menor grado según la confianza con el lector invitado.
El momento fue tomado por los alumnos como un espacio de expresión, de tal manera, que en uno de los encuentros propusieron terminarlo tocando el acordeón de uno de ellos.
Una de las experiencias más significativas fue la participación de los familiares de los alumnos en la actividad. La atención, la motivación en la lectura del cuento y el interés que despertaba eran sentidos de una manera especial en relación a cuando lo realizaban otros integrantes de la escuela. El poder compartir una actividad con sus familiares generaba alegría en los alumnos, que se traducía en atención, escucha, e interés.
Tanto los familiares como el personal de la institución que participaron como lectores demostraron sorpresa por la propuesta y disfrutaron del momento, inicialmente con timidez y finalmente con alegría y emoción.
Algunos de los textos seleccionados permitieron que los alumnos participen activamente de la lectura, leyendo mediante imágenes o repitiendo algunas frases. Otros eran breves pero con imágenes potentes, que permitían ir más allá de las palabras, de la narración. Los alumnos expresaban lo que veían, interpretaban algunas de las cosas a suceder, realizaban los sonidos de lo que pasaba y también leían junto al lector invitado.
Hubo libros que no generaron mucha atención, de los cuales participaron poco, solo escuchando o en ocasiones hablando entre ellos, pero también les permitían y nos permitían a nosotros conocer qué les gusta. De esta forma ellos mismos nos contaban a su vez su propia experiencia en relación a lo propuesto.
La experiencia resultó valiosa y nos permitió realizar coordinaciones internas y plantear un trabajo conjunto entre varias áreas (docentes de grupo, docentes de áreas estéticos expresivas, personal de maestranza, equipo técnico) y con las familias de los alumnos. Durante los quince días de la actividad hemos observado un importante crecimiento de la atención, de la relación entre compañeros de distintos grupos y una rápida apropiación de los textos.
La lectura siempre consigue atrapar aún al más distraído. La experiencia fue registrada fotográficamente para ser compartida en el blog.
De esta manera podemos concluir diciendo que algo tan simple y sencillo como leer un ratito cada día nos permitió realizar mucho, compartir, escucharnos, invitar, participar, crecer, volar, imaginar, generando un espacio y una actividad colectiva, enriqueciéndonos a cada uno de una manera especial.

14 de octubre de 2011

Si no llegó a tu escuela la colección "El libro de lectura del Bicentenario" no dejes de escribirnos como hizo esta docente de Rosario




Hola, soy Margarita Gaeta, trabajo en una escuela media y en una escuela técnica, mi compromiso con la lectura es de todos los días...con los chicos más grandes estuvimos preparando juegos para realizar con los más chicos, nos preocupaba que cuando leíamos ellos tenían dificultades para descifrar el código ling. por eso armaron juegos para aprender a leer rápido, juegos de la memoria con nombres de distintos autores argentinos, entre otros.... y también llevabamos algunos textos que ellos les leían a los más chicos. .Estaban entusiasmados con las historias y se animaban a pedir más. Con segundo año empezamos a leer El espejo africano de Laura Bodoc...y ahora como parte del Laboratorio Pedagógico, estamos armando un sitio web sobre lectura!!! Gracias por las sugerencias de lecturas que nos mandan. Todavía no nos llegaron los Libros del Bicentenario! VAN EN CAMINO A LA DIRECCION QUE NOS ENVIASTE!!!!