La colección Cuentos de Polidoro
marcó un antes y un después en la literatura infantil argentina. Fue la
primera colección infantil publicada por el Centro Editor de América Latina en
1967, con la dirección de Beatríz Ferro y Oscar Díaz en arte.
Junto con la colección "Los
cuentos del Chiribitil" (1976) fueron las dos colecciones infantiles de la
editorial y como parte de la filosofía de distribución de la misma se compraban
en los kioscos. Ambas colecciones representaron una marca de originalidad y
vanguardismo para la literatura infantil de ese momento.
Los cuentos eran principalmente
adaptaciones de cuentos clásicos, pero los textos eran en sí mismos cuidadas
versiones de excelentes escritores como Horacio Clemente, Beatríz Barnes,
Inés Malinow y la propia Beatríz Ferro. Los ilustradores: Oscar Grillo,
Napoleón, Ayax Barnes, Chacha, marcaron un hito en lo referido a la estética y
la gráfica para la literatura infantil
“Había una vez una mujer que quería tener
una niña muy pequeñita pero no sabía dónde encontrarla. Así que fue a una
bruja y le dijo:
-Me gustaría tener una niña muy pequeñita! ¿ Cómo
podría hacer para conseguirla?
-Es muy sencillo- dijo la bruja-. ¿Ve este grano
de cebada?
No es de la misma que crece en el campo y que
comen las gallinas. Plántelo en una maceta y verá…lo que verá. (…)”
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El ministerio de Educación de la
Nación a través de Plan Nacional de lectura re- edita algunos de estos
maravillosos textos.
Esta colección es un homenaje a
un gran argentino que fue Boris Spivacow, que dedicó su vida a difundir libros
y ediciones para el pueblo. Se distribuirán 70.000 juegos con 5
tomos cada uno que son 350.000 libros que llegaran a jardines, escuelas
primarias e Institutos terciarios de todo el país.
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