22 de abril de 2014

Una experiencia exitosa: Formando Comunidades Lectoras!!


Desde la consideración de que el saber docente se construye junto con otros y circula a través de diversas comunidades de pertenencia, compartimos  una parte del testimonio de Claudia Martínez, fundadora de la Biblioteca Popular "La Cachilo", del gran Rosario, quien  expuso en el 3er Encuentro Iberoamericano de Bibliotecas Escolares cómo pusimos en red a ese maravilloso espacio de lectura  con 70 maestros y responsables de bibliotecas escolares del área, cómo en cada encuentro se multiplican las acciones en las escuelas y cómo crece nuestra red.

Desde que abrimos nuestras puertas, diseñamos propuestas para trabajar con las escuelas, principalmente de la zona: Difusión permanente y sistemática de todas las iniciativas de la biblioteca, visitas de grupos escolares con talleres de lectura, espectáculos, festivales de narración oral, en conjunto con la radio (...) Hicimos un proyecto junto a 4 escuelas cruzando promoción de lectura y radio “La escuela en el aire”. Estas propuestas con las escuelas tienen comienzo y fin, nunca hemos logrado darle continuidad, tampoco que se generen iniciativas desde las propias escuelas. La demanda era siempre de asistencia y no de cooperación.
A la hora de pensar en estas experiencias, especifica con escuelas, nos metemos en una encrucijada:
• Sabemos, como dice Delia Lerner que el desafío que hoy enfrenta la escuela es «incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito, lograr que todos sus alumnos lleguen a ser miembros plenos de la comunidad de lectores y escritores».
La biblioteca entonces, comparte objetivos, aunque quizás, no tanto el enfoque teórico, las estrategias y la metodología.
• Sabemos que algunas de las escuelas tienen Bibliotecas, otras tienen libros, pero no bibliotecarias, ni espacio de funcionamiento.
Nos preguntábamos si en las escuelas y sus bibliotecas sostenían prácticas lectoras que vinculen los intereses y expectativas de los estudiantes, sin quedar reducidas las bibliotecas a consultas de información. Y si así fuera, nuestra propuesta de visitas y talleres eran acciones aisladas en pos de la promoción de lectura.Tampoco nos servía que los chicos tuvieran encuentros o talleres de animación a la lectura en nuestra biblioteca, dependiendo de la voluntad del maestro que quisiera venir con sus alumnos.
Teníamos algo en mano y mucho desparramado ¿Cómo continuar?...
...Allí estábamos a principios de este año… la biblioteca popular, las escuelas, en cada orilla, mirándonos, sin poder darle forma a la cuestión.
Las escuelas empiezan a disponer de buenos libros, pocos, claro, pero lindos. Ya teníamos algo
También estábamos seguros que no alcanzaban solo los libros, puesto que para formar lectores, necesitamos adultos lectores. Maestros, bibliotecarios, que lean no sólo textos para sus alumnos, sino que puedan disfrutar de sus propias lecturas. Que perciban la belleza estética de un texto y que quieran compartirlo, que acompañen y muestren su vivencia como lectores: lean, ofrezcan libros, visiten la biblioteca, comenten. Entendimos que la otra parte fundamental era acompañar a los docentes en su formación y crecimiento como lectores.
Encontramos en el plan de lectura de nuestra región, el bote para cruzar a la otra orilla.
Nos pusimos a ver qué teníamos, qué necesitábamos y qué podíamos. Así comenzamos a armar un diseño que tuvo por objeto “generar un espacio en el que los docentes puedan analizar y reflexionar en torno a la lectura y las concepciones que guían las prácticas para mejorar así las trayectorias escolares de los estudiantes y su inserción efectiva en la cultura letrada”


  
Comenzamos en abril con el encuentro con un ilustrador, continuamos con un encuentro temático mensual
(La construcción de la comunidad de lectores en la escuela, lectura, rol del mediador, estrategias áulicas/ La gestión de las bibliotecas de aula. Construcción de proyectos de vinculación entre escuelas y bibliotecas de la comunidad/ Relaciones entre alfabetización y promoción de la lectura/ La conformación del club de lectura para niños y para jóvenes. Corredores de lectura y; finalizaremos con un encuentro con escritor).
La implementación, por supuesto, no fue nada fácil, puesto que no teníamos resolución ministerial de nuestra provincia, con lo cual les descontaban el día si faltaban. Hicimos un trabajo previo de relevamiento, de búsqueda de consensos para que las escuelas dispuestas a participar, pudieran hacerlo; solicitamos que además de maestros, también asistan personal directivo y bibliotecarios.
Y así fue,participaron un promedio 70 personas activamente.
Pudimos cruzar los puentes y darnos cuenta que el trabajo conjunto entre las organizaciones sociales y la escuela, lugar de referencia en una comunidad y las políticas públicas potencian el trabajo alrededor de la lectura y escritura.


Algunas conclusiones parciales, luego que la biblioteca aplicara una encuesta en proceso.
Respecto a la formación, el 90% de los participantes cumplieron sus expectativas, el 88% reconoce que conocía nuevos marcos teóricos y estrategias de promoción de lectura,
Respecto a la práctica, el 82% está implementando de algún modo, propuestas de lectura sostenida en forma institucional o áulica según las condiciones.
Esto se vincula con otra pregunta: si pueden compartir en la escuela lo desarrollado, el 75% sí y refieren varias escuelas que por primera vez incorporan tiempo para conversar de esta formación y planificar estrategias a nivel institucional; el 15% de las escuelas, refieren como dificultad poco tiempo para transmitir al resto de los docentes lo vivenciado en el curso y solo implementan quienes participan de la formación.
Ante la pregunta de si volvería a participar de capacitaciones el 100%, pero solicitan resolución para que puedan participar más docentes, ya que lo vivencial es irremplazable.
Un ítem que contemplaba la encuesta era qué propuestas tenían para la Biblioteca Cachilo; y allí tomamos dimensión de cuanto habíamos caminado. Las propuestas no fueron ya “Visitas” sino trabajo conjunto, colaborar con los docentes en el armado de estrategias y que acerquemos las actividades a escuelas más alejadas de nuestra cobertura en el territorio.
Entonces vimos que este cruzarnos de orillas, nos puso en otro lugar, en el del “trabajo compartido”.
Actualmente trabajamos en ello, alternar este proceso de formación con acompañamiento en prácticas concretas, planificar juntos desde la biblioteca de la comunidad y la escuela. Los maestros vienen a la biblioteca para pensar juntos las visitas, la selección de libros, incorporando aquellos que integran las bibliotecas áulicas, en los talleres que realizaremos en la biblio y como continuarán ellos en la escuela."



 



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